lunes, 26 de mayo de 2008

San Jauretche


Nacido con el siglo, supo pelear por sus ideales en todos los terrenos. Lo hizo con la palabra, con el fusil, y hasta con un cuchillito “verijero”, en pleno estudio de televisión, en vivo; demostrando que no sería uno más de los “animémonos y vayan” que tanto criticaba.

Pensador, escritor y militante político, supo desde siempre que el conflicto mayor, aquel que nunca hay que desatender era, y sigue siendo, dependencia o independencia; “avivado” de esto, nos dejó –entre otras obras- su “Manual de Zonceras Argentinas”, que escribió con la sencillez y contundencia que lo caracterizaron, para que paisanos, obreros, estudiantes, tilingos y cipayos lo entendieran.

Comprometido y luchador, fue un militante de la causa nacional, que nos sigue enseñando y divirtiendo. Jauretche fue un gran desenmascador de las confabulaciones, un luchador dispuesto a “dar vuelta el mapa”, para quedar de una vez por todas, del lado de arriba del planisferio. Proponía ver el problema político del mudo desde argentina, pensando como argentino, sin recetas extranjeras, con soluciones creadas y realizadas por argentinos; esta sola propuesta es y sigue siendo de una intelectualidad tan revolucionaria que nunca podrán comprender ni los intelectuales ni los revolucionarios que pululan dentro de nuestro territorio, algunos con DNI que los presentan como de nuestra misma nacionalidad. Las recetas extranjeras las sufrimos una vez más, con el gorila riojano, y los resultados son, todavía, los expresados por Don Arturo. Nos enseño lo divertido de hacer política –otro hallazgo revolucionario- y que no tiene las medidas que necesita el Vaticano para hacerlo santo, todo lo contrario; pero el pueblo necesita de virtuosos sin cuento para eso de lo venerable, y para esas distracciones, al viejo le sobra estaño.

Este santo pagano que evocan Los Piojos, nos dejaba el 25 de mayo de 1974.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Brillante homenaje a un argentino que "de puro patriota" murió un 2 de mayo. No tengo mucho para decir, ya lo han hecho ustedes. Pero realmente lo que se aprende leyendo los libros del viejo es tremendo.

Ahí en el texto ustedes dicen que la propuesta de "mirar el mundo desde aquí" es revolucionaria. Norberto Galasso, otro grande del campo nacional (proveniente de la izquierda nacional) señala que esa idea jauretcheana implica una revolución copernicana. Reconozco que la primera vez me pareció exagerado, pero si uno lo piensa detenidamente, es tan poderoso el coloniaje mental que efectivamente la propuesta de dar vuelta el mapa y empezar a mirar las cosas desde nosotros, posee un contenido revolucionario. Hoy ya no tengo dudas de eso.

Sigan así compañeros.

Un abrazo desde Buenos Aires

Anónimo dijo...

Me acabo de dar cuenta que por un error de tipeo puse "2 de mayo" en vez de "25 de mayo", perdón!

Agrupación Arturo Jauretche dijo...

Gracias, compañero Discepolín... Un gran abrazo