sábado, 15 de marzo de 2008

La guerra que estamos perdiendo

Si el tiempo es olvido, por ahora no lo es para Arturo Jauretche. El mundo intelectual lo ha ignora sistemáticamente, pero el viejo zorro se las ha arreglado para permanecer como el más lúcido referente de intelectualidad peronista.

A pesar de los más de 30 años transcurridos de su muerte, lo que pensó; o revisó y escribió, nos explica lo que nos pasa y lo que nos espera, pero también, invariablemente, nos da los elementos, para que hoy, podamos hacer un país mejor.

Fue un paradigma por lucidez, sentido común y coraje; además de teorizar y debatir, siempre ponía el cuerpo en cualquier situación, no se le terminaban los argumentos en erudición. Proponía dar vuelta el mapa, pero también sugería dar vuelta el país, desde y con el razonamiento argentino. La revolución la planteaba en el terreno de la educación. Su tesis sobre el colonialismo pedagógico, se hace evidente hoy; los resultados aparecieron hace pocos días en medios periodísticos.

Espanta enterarse de los porcentajes de repitentes en todo el país, espanta acercarse a la fecha de iniciación de clases y escuchar la radio para ver si los docentes llegaron a un "arreglo" o si nuestros hijos serán durante un ciclo lectivo más, rehenes de esta eterna situación, espanta hablar con los pibes en las calles y darse cuenta que no saben donde están parados, y que nos ha ganado la cultura de “zafar”.

Desde la visión don Arturo; la guerra argentina de ahora, se desarrolla en las aulas, y la estamos perdiendo; las maestras deberían ser los soldados y leer al viejo Jauretche, lo que podría ser un signo de sagacidad, para dar vuelta resultado final.

Natalia Jaureguizahar
Roberto Capdevila

1 comentario:

EMPRENDIMIENTOS PROFESIONALES dijo...

Hola de nuevo
yo diría con toda certeza que el problema del cual padece nuestra Educación Argentina se refleja en que al no haber un Proyecto Educativo acompañando, un proyecto de pais,dificilmente podremos ser libres y soberanos.
Jauretche es Sinónimo de Patria, Cultura, intelectualidad al servicio del pueblo.
Nunca se puede ser libre si no hay un proyecto de nación, y aprovecho para citar un pequeño párrafo del Modelo Argentino Para Proyecto El Nacional: “ El hombre no un ser angélico y abstracto; en la constitución de su esencia esta implícita su situación , su conexión con una tierra determinada ,su inserción en un proceso histórico concreto. Ser argentino significa también saber al menos; que es un ser lucido y activo habitante en una peculiar situación histórica lo cual forma parte de una plena realización de su existencia. Es decir habitante de su hogar, de la Argentina. Su patria.
Ahora bien la educación y los educadores deben estar orientados a la plena realización del hombre no solo en el intelecto si no también en lo espiritual, por supuesto acompañado de una justa remuneración , una profunda capacitación, y una ley que refleje las necesidades del pueblo y de la actualidad sin por eso perder la identidad, y que contenga el proyecto de país acorde.